martes, 1 de agosto de 2017

La migraña: Mi primera maestra de ayurveda. Parte 1

ayurveda cali


Mi nombre es Maria Amelia Bueno, soy Médica Cirujana de la Universidad Nacional de Colombia. Decidí estudiar Medicina para ayudar a que las personas se sanaran de sus enfermedades, pero en la medida en que avancé en mis estudios y en mis rotaciones me di cuenta de que la medicina alopática no contribuye a que los pacientes mejoren, sino que se dan medicamentos para apaciguar ciertos síntomas, pero estos medicamentos generan a su vez otras enfermedades para las cuales se dan otros medicamentos y así sucesivamente.
Además, me encontré con que no tenía las herramientas para decirle a mis pacientes qué hacer para sentirse mejor ni para cambiar su estilo de vida: en la carrera no nos enseñan nutrición ni nos enseñan cómo manejar el estrés – ni el nuestro ni el de los demás-.  

Todo esto era frustrante, pero la frustración creció aún más cuando yo misma me enfermé y no tuve solución a mi problema. Terminando noveno semestre comencé a tener unas migrañas muy fuertes. Inicialmente me daban una vez por semana, pero con el tiempo fueron empeorando progresivamente hasta que cuando estaba haciendo el año rural todos los días de mi vida sentía dolor de cabeza y llegó un punto en que los analgésicos no me hacían ningún efecto.

Durante estos años de migraña me hicieron todos los estudios posibles y visité a varios neurólogos. Nunca encontraron el origen de mis síntomas y me mandaron una serie de medicamentos para prevenir la migraña que no me hacían efecto. Estos medicamentos eran cada vez más costosos y más fuertes hasta que, viendo que no mejoraba, decidieron mandarme Ácido Valpróico.


El Ácido Valpróico es un medicamento tan fuerte que se utiliza para la epilepsia, es altamente tóxico para el hígado y tiene evidencia de ser cancerígeno. Al tomarlo me mejoré de la migraña, pero sentía sueño todo el tiempo, se alteró mi concentración, me sentía lenta y pesada y aumenté 9 Kg en menos de 3 meses.

Desesperada empecé a buscar alternativas y surgió la posibilidad de ir a una consulta de Medicina Ayurvédica con una médica que se había entrenado con mi Maestro. Cuando escuché acerca de la filosofía de esta medicina y del abordaje que se hace del paciente y de su enfermedad me sentí absolutamente identificada, me pareció lo más lógico que había escuchado en mi vida. Desde el abordaje del ayurveda se analizaba quien era yo, mi forma de ser, mis gustos en cuanto a alimentos, mi estilo de vida.

La ayurveda me analizaba a mí como individuo y a partir de esta información se daban directrices de alimentación y estilo de vida para solucionar mi problema y además las terapias eran rarísimas pero espectaculares con masajes, saunas y con una ollita de cobre (shirodhara) de la cual salía un aceite que caía en mi 6to chakra y me relajaba.

Después de esa consulta cambió mi vida para siempre. 

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