La tarea que nos resulta más difícil para mantener
nuestro equilibrio es la de estar en el momento presente, siempre estamos
pensado en nuestra siguiente labor y no en la que estamos realizando en ese
momento. Actuamos de modo automático frente a diferentes situaciones que nos
presentan a diario, no disfrutamos de los alimentos que consumimos y perdemos
gran parte de nuestra energía pensado en situaciones que han llegado o que ya
sucedieron, por esto la ayurveda nos da 5 recomendaciones para mantener nuestro
equilibrio tanto energético como corporal
1.
Respirar.
La respiración
es nuestro presente. El mantenernos atentos de la respiración le recuerda a la
mente la importancia de estar en el presente y la acostumbra a dejar de estar
pensando en el pasado o en el futuro. Es por esto que la mayoría de ejercicios
de meditación o respiración se centran en la respiración.
Además, el respirar adecuadamente segura una buena
oxigenación de nuestros tejidos así como una adecuada limpieza de algunas
toxinas que se eliminan mediante la misma. También, para las medicinas
orientales, la respiración el acto a partir del cual se nutre la energía vital.
2. Los
líquidos.
Los seres
humanos somos como un carro: para que nuestra estructura funcione necesitamos
agua y aceite. El agua nos mantiene hidratados, y nos ayuda a movilizar,
moviliza los nutrientes para que fluyan hacia los tejidos y puedan ser
utilizados y también barre toxinas y nos ayuda a que se eliminen, es decir, nos
ayuda para que todos nuestros sistemas de desintoxicación funcionen: el colon,
los riñones, el sistema linfático.
¿Cuánta agua debemos tomar? La suficiente para que la
orina se mantenga muy clara.
3.
Movilizar la energía.
Además del
cuerpo físico, los seres humanos tenemos un cuerpo y un flujo energético. Dicho
flujo fue descrito por las medicinas orientales hace más de 5000 años. Así como
trabajamos para mantener un cuerpo sano y limpio debemos busca lo mismo con
nuestra energía. Para que la energía fluya bien es necesario el movimiento, es
decir, hacer ejercicio. Hay ciertos ejercicios que se enfocan más en la
movilización de la energía como por ejemplo el yoga o el Tai Chi. También, el
contacto con la naturaleza: los bosques, los ríos, los animales, etc., ayudan a
limpiar nuestra energía y "descargarnos" de energías
"enfermantes".
4.
Centrarnos en los órganos de los sentidos y el auto observación.
Tenemos 6 órganos
de los sentidos: la visión, el olfato, el tacto, el olfato, el gusto y el sexto
es la intuición. Al estar permanentemente conectados con estos órganos,
enseñamos a la mente a permanecer en el presente. Cuando nos conectamos con el
presente nos volvemos más productivos, disfrutamos los detalles que trae el día
a día, disminuyen los niveles de estrés debido a que nos permite concentrarnos
y resolver con mayor facilidad lo que sucede, y además evitamos el sufrimiento.
Muchas veces sufrimos por lo que nos ha pasado, o
porque quisimos hacer algo y no lo hicimos, o porque no sabemos si lograremos
aquello que queremos en el futuro. Al estar saltando entre el pasado y el
futuro nos perdemos del presente, de las enseñanzas día a día y de la
construcción que se hace de la vida a partir del presente. Es decir, el conectarse con los órganos de
los sentidos es una forma de meditación activa.
5.
Fortalecer la espiritualidad.
La Medicina
ayurvedica nos cuenta que tenemos 5 cuerpos, uno de ellos material y los otros
más sutiles. En occidente, le damos la mayor importancia al cuerpo físico y nos
olvidamos de que también hacen parte de nosotros aspectos mucho más sutiles e
intangibles como la energía, los pensamientos, las emociones, el ego, entre
otros.
Entre más exploremos estos otros aspectos más
estimulamos el auto-conocemos. El proceso de autoconocimiento permite conocer
quienes realmente somos y despertar a la conciencia. Al despertar la conciencia
nos acercamos entendemos que todos somos una sola unidad y conocer al ser
superior que está en todos y en todo. El despertar de la conciencia permite que
aprehendamos ciertos valores que son inherentes a todas las religiones: el
amor, la compasión, el perdón, la búsqueda del bien, entre otros.